Tomografía de Coherencia Óptica

La angiografía (cateterismo coronario) es la técnica de referencia para el diagnóstico de la enfermedad arterial coronaria. Sin embargo, la mayoría de los síndromes coronarios agudos (infarto agudo del miocardio o angina inestable) involucran lesiones angiográficamente no significativas.

Es también la técnica de elección para guiar la implantación de prótesis endovasculares (Stent) y su seguimiento. La tomografía de coherencia óptica es una técnica de imagen interferométrica que penetra en los tejidos alrededor de 2-3 mm y ofrece una alta resolución axial.

Es capaz de distinguir diferentes tipos de tejido, como: fibroso, lipídico, necrótico o calcificado; reconoce características de las placas de ateroma que se han asociado con la progresión rápida de la lesión y eventos clínicos adversos, como la delgada capa de fibroateroma, el espesor de la capa fibrosa, la infiltración de macrófagos y la formación de trombos.

En la actualidad existe un creciente interés en el valor de la tomografía de coherencia óptica en el área de intervención coronaria, donde la técnica ofrece ventajas significativas sobre las técnicas intravasculares de diagnóstico convencionales; como la ecografía intravascular. Su alta resolución permite reconocer las complicaciones periprocedimiento, como microdisección, mala posición e hiperplasia neointimal.